miércoles, 11 de julio de 2012

Entrevista a Ivan Mourin por Jordi Llavoré







- Para empezar la entrevista, me gustaría que fueras tú mismo quién te presentarás a los lectores de ESMATER, Iván.

Soy mal vendedor, la verdad jeje Soy de Barcelona, aunque ahora vivo en un pueblo costero de Tarragona. Me diplomé en Criminología, especializándome en Anatomía Patológica, entomología forense y psicología conductual, y dentro de este campo he trabajado principalmente como Técnico especialista en Patología Forense. Me encanta el cine, especialmente el de terror, y me enganché a éste a los nueve años gracias a dos factores: “Pesadilla en Elm Street” y a mi hermano. Casualmente, con esa edad escribí mi primer relato, y desde entonces he continuado, publicando varios relatos y tres novelas, todo (o casi todo) de terror. Me gustan los cómics, la comida japonesa, leer con un buen vino, coleccionar rarezas (como fotografía post mortem del XIX) y estilográficas, los animales,… No sé qué más contarte J

 1 - ¿Cómo describirías la influencia que tu condición de criminólogo ha tenido en tu faceta de escritor de terror?

La verdad es que no me ha influenciado para escribir terror. Esta afición viene de mucho antes, de cuando era niño. La auténtica fuente proviene del cine y de la literatura. La criminología me sirve más para evitar ciertos errores.

2 - Si tuviéramos que describir el modus operandi de Iván Mourin a la hora de escribir una novela, ¿qué fases deberíamos considerar?

Primero, viene una fase de documentación. Me puedo tirar perfectamente dos o tres meses visitando lugares, viendo documentales, leyendo artículos y tratados, o haciendo experimentos. No suelo hacer muchos esquemas sobre la narración, aunque sí fichas de los personajes, planos, dibujos… Tengo la historia bien hilada en la cabeza, y, aunque pueden añadirse o eliminarse cosas durante la escritura, lo que tengo bien claro es el final. Después, escojo una libreta y escribo la novela a mano, con estilográfica. La primera revisión llega cuando la paso al ordenador, y luego vienen más revisiones (cosa que detesto, porque es muy aburrido).

3 - Hemos descubierto gracias a tu web [ivanmourin.wordpress.com] que ostentas distintos apodos “El Dragón”, “El charcutero”, “El fabricante de cenizas”… ¿podrías explicarnos de dónde proceden?

En el caso del primero y el tercero, porque en la gran mayoría de mis escritos aparecen dragones (no en sentido mitológico) o ceniza, de diferente manera. Pero el de “El charcutero” me lo pusieron porque la gente no puede resistirse a hacer ciertas preguntas morbosas relacionadas con el área forense, y no me corto al responder, explicando todo con pelos y señales, y , a partir de una anécdota que me sucedió en una ocasión en una mesa de disección, me lo pusieron.

4 - Desde la publicación de Niños perdidos (Nuevos Autores, 2005), pasando por Sociedad Tepes (Atlantis, 2009) a Resurrección. Crónicas del Caído (Ilarión, 2011) se observa una verdadera evolución, ¿crees que es cierta observación?

Siempre he pensado que son los lectores los que deben percibir si realmente hay una evolución. Con los que he podido hablar, o que me han escrito, dicen que sí, así que va a ser cierto que, poco a poco, voy mejorando, y espero que la cosa siga así.

5 - ¿Cómo ha sido trabajar con un agente literario? ¿Crees que es una figura a tener en cuenta por los autores de literatura de género?

Sin duda, sí. Piensa que el agente es el enlace directo a los editores, haciendo de primer filtro. Sin esta figura, la gran mayoría de autores lo tendríamos muy crudo, con todos los manuscritos que llegan diariamente a las editoriales, muchos de autores reconocidos, por lo que sería muy difícil que se fijaran en nosotros. La verdad es que tengo una buena agente, con la que puedo hablar de cualquier cosa, tanto si tengo alguna duda como si se me ocurre una idea.

6 - En tus novelas la crudeza con la que relatas los hechos más escabrosos acaba por devorar al lector, ¿qué pesa más a la hora de escribirlas: tus estudios de criminología, tus lecturas o tu propia imaginación?
Es una mezcla de las tres, pero destaca más mi propia imaginación. Mis conocimientos me sirven principalmente para saber cómo y en qué estados se encuentran algunos cadáveres, cómo son y cómo provocar ciertas lesiones… pero poco más. Todo es fruto de mi mente retorcida J

7 - En dos de tus novelas tratas, de una manera u otra, la figura del vampiro, ¿qué opinión te merece la humanización que ha sufrido este monstruo en los últimos años?

Respeto a los autores que han decidido darle este punto de vista, pero sigo prefiriendo al vampiro cruel, sanguinario, depredador. Es un ser que, ya en las leyendas, se creó para dar miedo, y es el que muchos aficionados queremos seguir viendo.

8 - ¿Podrías adelantarnos en qué estás trabajando ahora mismo? ¿Podemos esperar la publicación de la segunda parte de las Crónicas del Caído?

No suelo hablar mucho de lo que estoy haciendo hasta que tengo algo firmado (una de mis muchas manías), pero puedo contar que estoy escribiendo una novela policíaca y una de terror. Respecto a la segunda parte de las Crónicas, todo dependerá de cómo funcione la primera. Cruzo los dedos para que vaya bien.

9 - ¿Existe alguna posibilidad de ver reeditada –aunque sea en formato digital- tu primera novela, Niños perdidos?

Buffff… De momento, no lo creo. Me gustaría que algún día se reeditara (habría que retocar mucha cosa), pero no es algo que quede próximo.

10 - Por cierto, ya que hablamos de nuevos formatos, ¿sueles leer en formato digital? ¿Por qué crees que no acaba de despegar el fenómeno en nuesto país?

Por los precios. Independientemente del precio de los dispositivos (que ya no es una escusa, porque puedes leer desde el móvil, entre otros aparatejos), se siguen comercializando libros electrónicos que, por dos euros más, los tienes en papel. Aunque hay sellos, como Scyla, que están publicando a unos precios magníficos que el lector está dispuesto a pagar. Después nos encontramos con la presentación de algunos títulos, que no son nada atractivos. Opino que hay que hacer como con los DVD y los Bluray, añadir extras, como, por ejemplo, ofrece “Ipoe”, que es una antología de relatos de Poe interactivos, con banda sonora, objetos que se mueven durante la narración… Eso lo pago encantado.

11 - ¿Qué opinas de la salud de la literatura de terror escrita en España?

Estamos en una buena época, con buenos autores, buenas historias y mejores lectores. Especialmente resalto lo de los lectores porque cada vez apuestan más por lo nacional. Hubo un auge con la temática zombi que hizo que resaltara el género, pero se ha demostrado que en otras temáticas, dentro del terror, se sigue ofreciendo novelas y relatos de escritores españoles geniales. Y lo mejor es que comienzan a haber editoriales extranjeras que se están dando cuenta.

12 - Desde la óptica de lector especialista en criminología, ¿cuáles son los errores más típicos que sueles encontrar en las novelas de los escritores de género que no tienen estos conocimientos profesionales?

La metodología de investigación (especialmente, quién lleva los casos) y temas de patología forense. El principal error es confiar ciegamente en series como CSI o Bones, y plasmar las cosas sin contrastar si lo que están escribiendo es verosímil o no.

13 - No sé si conoces la obra de Marc Pastor, otro escritor y criminólogo como tú. ¿Qué opinión te merece su obra?

Personalmente, no, aunque el otro día, por escasos minutos, no llegué a conocerlo, pero sí que he leído “La mala mujer”, y me gustó mucho, porque la historia de Enriqueta Martí la conozco muy bien. Es de esa clase de  monstruos que siempre hemos pensado que son imaginarios, pero que han sido reales, y que bien podría ser la vecina que te hace galletas.

14 - Hemos leído que crees que el horror habita en lo cotidiano, ¿por qué crees que los lectores seguimos encontrando placer en los relatos de terror?

Creo que precisamente por eso, por lo cercano que nos parecen algunos miedos, algunas situaciones, y a la vez la lejanía que percibimos, al sentirnos con la seguridad de que no nos está pasando a nosotros. Sin contar el morbo que despiertan ciertas historias.

15 - ¿Crees que el terror literario o fílmico ejercen una función catártica en el público o es simplemente una forma de ocio más?

Diría que es ambas cosas: una muy buena forma de ocio y una terapia cojonuda. Por ejemplo, no hay nada mejor para evadirte de un mal día que ver, o leer, terror, o una comedia. Sirve para liberar tensiones; por eso el terror (ficticio, obviamente) te deja tan bien. Es como a la hora de escribir. Personalmente, es una terapia maravillosa con la que puedes despacharte a gusto cuando estás cabreado jeje

16 - ¿Qué le aconsejarías a un escritor que esté pensando en iniciar su carrera en el mundo de la literatura de terror?

Como decía antes, no es una mala época para el terror en nuestro país, y eso hay que aprovecharlo. Encontrará a gente que le dirá barbaridades del tipo “el terror es para mindundis”, pero hay que hacer oídos sordos, porque, por suerte, goza de un gran número de lectores que saben apreciar mucho mejor el trabajo de los escritores, lo que cuesta conseguir un lugar en el mercado. Eso sí: que no lo haga por “modas” o por tantear el terreno, como hacen algunos autores, porque se nota a quién le gusta el género o si sólo es un mero experimento.

17 - Por último, ¿podrías aconsejar a nuestros lectores alguna obra española de terror que te haya enganchado especialmente?

“Los caminantes”, de Carlos Sisí. Era un libro que tenía pendiente desde hacía un tiempo, y comencé a leerlo el pasado Sant Jordi. Aprovechando que estuve con Carlos y me lo dedicó, al coger el metro lo abrí y me quedé enganchado. Una historia muy buena y muy bien relatada.
                        
Muchas gracias, Iván. Desde ESMATER te deseamos la mejor de las suertes en todos tus proyectos.

Gracias a vosotros, y la misma suerte os deseo, multiplicada por tres.

Jordi Llavoré

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